Carretera de la Unidad

La Carretera de la Unidad (en árabe, طريق الوحدة ṭarīq al-waḥda) es una carretera construida en Marruecos en el verano de 1957 uniendo las ciudades de Ketama y Taunat, que hasta la independencia del país, en 1956, habían pertenecido respectivamente a los territorios del protectorado español y el protectorado francés.En su dimensión simbólica y política, la iniciativa de su construcción partió de Mehdi Ben Barka, por entonces secretario ejecutivo del partido hegemónico del país, el Istiqlal, e influyente personalidad pública.Los trabajos comenzaron en julio y se prolongaron durante tres meses.Los voluntarios trabajaban durante un mes, en el transcurso del cual recibían formación técnica, cultural y militar.Los “Fundadores” deberán ser los animadores los más apasionados porque representarán la célula base que promoverá la revolución social, económica y cultural en todo el país.”[2]​ La carretera, que permitía por primera vez la comunicación fluida entre Fez y Alhucemas, tenía el siguiente recorrido: Taunat, Al-Jamis Zrizer, Imegden, Taunat al-Kshur, Ikauen, Bab Burfud, Suq at-Tlata y Ketama.Según Ben Barka, con el entusiasmo del pueblo los trabajos de la carretera se habrían prolongado por solo tres meses, mientras que un trabajo en condiciones normales habría requerido más de un año.Según el proyecto, los voluntarios formaban cinco grupos y cada uno tenía su proprio instructor.Las Fuerzas Armadas Reales contribuyeron a la parte material del trabajo: transportes, provisiones y conexiones.Antes de que llegaran los 4000 trabajadores cada mes, ellos debían hacer dos visitas médicas, una en su lugar de origen y otra a su llegada en el lugar del agrupamiento, para asegurar su buena salud y su fuerza.En el intento de asegurar los controles sanitarios, los médicos marroquíes han desempeñado un papel fundamental por su ayuda en el proyecto nacional.Una primera serie de conferencias sitúa a los voluntarios y su trabajo en un cuadro nacional.Al principio de julio 1957, durante el período de la celebración del Aid el-Kebir, los trabajadores, tras las donaciones por los habitantes del pueblo, propusieron usarlas para crear algo que al pueblo podría beneficiar.