Carola Rackete
[1] Antes de dedicarse a salvar vidas en el Mediterráneo estudió conservación medioambiental y se embarcó en un rompehielos en el Ártico.El cambio de actividad lo explicó ella misma a un diario italiano: «Mi vida ha sido fácil, he podido frecuentar tres universidades, me gradué con 23 años.Soy blanca, alemana, nacida en un país rico y con el pasaporte correcto.Cuando me di cuenta, sentí la obligación moral de ayudar a quien no tenía las mismas oportunidades que yo».[2][3] Rackete fue puesta en libertad el 2 de julio por la juez Alessandra Vala, según la cual la activista alemana estaba cumpliendo «un deber»[4] y «el deber de socorro no termina en el mero embarque a bordo de náufragos, sino en su conducción a un puerto seguro».