Fue por esta época cuando su madre decidió hacerse cargo del local de fados A Taverna do Embuçado, que había pertenecido a João Ferreira Rosa, ubicado en el popular barrio de Alfama, concretamente en la Travessa do Embuçado.
En una fiesta organizada en la sala Coliseu dos Recreios, la niña Carminho pide a sus padres cantar y lo consigue gracias al guitarrista Paquito, que tocaba en el Embuçado por entonces.
A partir de entonces, siempre que había un día especial, su madre la llevaba al Embuçado.
Paralelamente a su actividad como cantante de fado, Carminho se licenció en Marketing y Publicidad en el IADE, en Lisboa.
A pesar de cantar desde niña, solo a los 22 años decide emprender una carrera musical y eso tras un largo viaje de once meses alrededor del mundo que le sirvió para tomar esa decisión porque se sentía feliz cantando fado.
[6] Gracias a esta colaboración, Carminho se convirtió en la primera artista portuguesa en ser número 1 en las listas musicales españolas.
[5] En 2014 publicó su tercer disco, Canto, que incorpora una mirada más actual a la música portuguesa tradicional.
En él contó con importantes colaboraciones como las de Carlinhos Brown, Javier Limón, Marisa Monte o Caetano Veloso, entre otros.