Carmelina Sánchez-Cutillas

Pasó su infancia en Altea,[7]​ donde vivió bajo la influencia de su abuelo, el historiador alteano Francisco Martínez y Martínez, quien tuvo una gran influencia tanto en su vida como escritora, como en su amor a los libros de historia.[9]​ Esta no fue una actividad aislada, ya que, junto con estos artículos, Carmelina Sánchez-Cutillas publicó varios estudios sobre historia y literatura medieval, tanto en castellano como en valenciano, como Don Jaime el Conquistador en Alicante (1957), Lletres closes de Pere el Cerimoniós endreçades al Consell de València (1967) o Jaume Gassull, poeta satíric valencià del s. XV (1971).Es esta temática la que se ve desarrollada en su poemario más ambicioso, Els jeroglífics i la pedra de Rosetta (1976), donde son constantes las referencias al bagaje mitológico y legendario de diversas culturas.[13]​ Las primeras obras publicadas por Carmelina se hacen en el semanal del diario Levante.[17]​ En España, tanto Un mundo rebelde como Conjugación en primera persona debieran ser publicados por la propia Carmelina.[19]​ Los trabajos de investigación histórica son los que más relevancia y mayor éxito tuvieron; de hecho estos reciben asiduamente premios, por ejemplo en concursos convocados por Lo Rat Penat.[26]​ También investigó y publicó sobre nuestra literatura medieval, en este campo estuvo interesada por la escuela satírica valenciana, con títulos como Jaume Gassull, poeta satírico valenciano del siglo XV.[13]​ Pero sin duda el libro que más relevancia literaria le proporcionó fue Matèria de Bretanya, escrita en valenciano.[27]​ A lo largo de la geografía valenciana hay varias calles y edificios que llevan su nombre.[2]​ Ha sido nombrada por la Academia Valenciana de la Lengua Escritora del Año 2020.