Se casó con Donna Giovanna Costanza Ruffo dei Duchi di Bagnara.
Él trajo consigo las órdenes de la Corona para poner fin al contrabando francés, algo que fue protegido y alentado por sus predecesores inmediatos.
Durante su corta existencia, el virrey príncipe de Santo Buono, mostró su apoyo y conformidad desde el Perú a la creación del nuevo virreinato.
El Virreinato de Nueva Granada se restableció sobre una base más permanente en 1734.
Durante su administración, hizo que muchos misioneros convirtiesen en la montaña, y se fundó el Colegio de Ocopa.
Una real orden prohibió el marcado de los esclavos negros.
Debido a los abusos de los encomenderos por el sistema de mita, Caracciolo solicitó su abolición, aunque el rey decidió no actuar pese a sus recomendaciones.