Se especializó en la historia de su estado natal, en genealogía y en heráldica.
Fue sobrino del doctor Amado Fernández, quien en 1906 fundara la Junta Arqueófila de Nuevo León.
Dentro de los planes de su tío se encontraba la meta de crear un museo en el antiguo edificio del Obispado, pero dicho proyecto no prosperó, y las colecciones reunidas fueron heredadas a Carlos Pérez Maldonado.
Incursionó en el estudio de la heráldica y la genealogía llegando a convertirse en una autoridad en la materia y formando parte de la comisión oficial que creó el Escudo de Nuevo León en 1943.
El 16 de octubre tomó posesión del sillón N° 22, leyendo el discurso "El Excmo.