Carlos Guerini

No me quería ir de Córdoba, no quería saber nada, pero al final acepté y al poco tiempo me citó Enrique Omar Sívori a la Selección Argentina", comentó en una entrevista.[3]​ Llegó al equipo dirigido por Rogelio Domínguez para reemplazar a Enzo Ferrero.Durante su paso muy breve y resonante por el club xeneize, donde convirtió 16 goles en 27 partidos, quedaron registradas para siempre la velocidad de sus piques y la potencia de sus disparos con la pierna izquierda.Deslumbró en una gira por Brasil, donde le convirtió dos veces a Gremio, en Porto Alegre, para un contundente 4-1 que daba la pauta del poderío ofensivo de aquel Boca.Argentina volvía a jugar una Copa del Mundo después de 8 años y Guerini tuvo mucho que ver.[4]​ Luego, por razones nunca aclaradas, un nuevo cuerpo técnico asumió en la Selección y no fue convocado para el Mundial.Me quedó un gusto amargo porque había marcado el triunfo; pero fue así y no vale la pena preguntar.Ese año se trasladó al Real Madrid, permaneciendo en el equipo merengue hasta 1979, donde compartió plantel junto a Vicente Del Bosque, Juanito, Pirri, Santillana y los alemanes Günter Netzer y Paul Breitner.En el Santiago Bernabeu, la gente aplaudía o como máximo, tiraba almohadones cuando se enojaba.Me daba lo mismo estar en el Madrid que en Villa Azalais”.Lo fuimos a despedir al aeropuerto con Candalá, el hombre que manejaba mis papeles.Cinco años después, en 1985, Carlos regresó al club que lo vio nacer, Belgrano de Córdoba, en donde finalmente se retiró del fútbol.Ocupa un lugar entre el olimpo de los cracks cordobeses, como Mario Alberto Kempes, Osvaldo Ardiles, Juan Carlos Heredia, José Luis Cuciuffo, Pablo Aimar, Luis Amuchástegui, Paulo Dybala, Cristian Romero, Julián Alvarez, Nahuel Molina entre otros.