Carlos Capuano Martínez

Pertenecía a una familia tradicional de Córdoba y estudiaba arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba, donde comenzó su militancia en la Juventud Estudiantil Católica (JEC).

Capuano Martínez se refugió junto a Ignacio Vélez en un seminario en Buenos Aires.

Un abogado de las presas mostró su credencial a los guardias para que le abrieran y al penetrar sacaron armas y redujeron a los guardianes.

Cuatro presas, entre las que estaban Amanda Peralta y Marina Malamud de Aguirre debían reducir a la monja que era la directora y sacarle la llave del portón, pero se resistió, no pudieron arrebatarle el llavero y lo arrojó a un agujero del desagüe.

Las detenidas huyeron en autos que las esperaban y en un enfrentamiento con una patrulla policial murió Cambareri.