Carlitos Mora

Acudió tres veces por semana hasta que en noviembre el doctor Galo Garcés Barriga, dueño de la clínica, dio a conocer que tanto Carlitos, como otros 20 pacientes con insuficiencia renal fueron contagiados con el virus del VIH debido al uso insalubre de los equipos médicos por parte de la clínica.

Cuando tenía 10 años, a Carlitos le detectaron hiperparatiroidismo y hepatitis C por lo que tuvo mal formación en sus huesos y debido a su insuficiencia renal debió acudir de por vida tres veces por semana para limpiar su sangre a un centro médico, y además de vivir con el virus del VIH sida, le ocasionó varios tumores en su cuerpo y uno en el rostro, teniendo que trasladarse con ayuda de su madre en una silla de ruedas.

Poco antes de llegar a la clínica, fallece al sufrir un paro cardíaco.

Su caso nunca fue resuelto mientras estuvo con vida y quedó en la impunidad.

Del doctor Garcés solo se sabe que ejerce la medicina en los Estados Unidos junto a su hijo quien también estuvo implicado en el caso y ambos tienen dos juicios por atentado contra la salud pública.