De haberse llevado a cabo con éxito, hubiese sido el nuevo canciller alemán.
[8] Pese a las fuertes presiones que el partido nazi ejerció en la sociedad alemana, nunca se adhirió al partido nazi[9] y hacia 1935 se hallaba completamente defraudado por Hitler, pues pensaba que la política económica basada en la deuda flotante era altamente irresponsable.
[9] Nombrado en 1934, fue nuevamente comisionado del Tercer Reich para combatir la inflación galopante generada en un principio.
[10][11] En 1936 se opuso públicamente a la demolición del monumento al compositor judío alemán Felix Mendelssohn.
[13][3] A partir de ese momento estuvo involucrado activamente en complots antinazis, viajando a Francia, el Reino Unido, Estados Unidos, los Balcanes y Canadá, alertando sobre los peligros de las políticas nazis.
[18] Algunos historiadores, como Christof Dipper y Martin Broszat, afirman que Goerdeler era tan antisemita como los nazis.
[23] Interrogado y torturado por la Gestapo, admitió que el Holocausto era el motivo principal para derrocar a Hitler.
[24] El 9 de septiembre fue juzgado en el Tribunal del Pueblo y sentenciado a muerte por el infame juez Roland Freisler.