Posteriormente se convirtieron en grandes agricultores y pastores, especialmente durante el desarrollo de las sociedades Pukara, Tiawanaco y Kolla, muestra de ello son las técnicas agrícolas que utilizaron, como los waruwarus que existen en gran cantidad en su territorio.
Durante la vigencia del señorío Kolla, los caracollos, fueron tributarios de Hatuncolla.
Bajo la égida Inka se constituyó en un importante pueblo y tambo al servicio del imperio cusqueño, los mismos que no lograron doblegar a los bravos lugareños, y eran los protagonistas de permanentes rebeliones, por lo que Túpac Yupanqui tuvo que someterlos con mucho derramamiento de sangre.
Debido a estos y otros abusos participaron activamente en la sublevación de Túpac Amaru II.
Podemos hallar en sus zonas circundantes, los siguientes poblados: El relieve de la ciudad es plano y ondulado, con ligeras elevaciones.