Los caracoles son uno de los palos del flamenco.
Proceden de las cantiñas bailables, concretamente de una cantiña denominada La caracolera, y su desarrollo está vinculado al Madrid de finales del siglo XIX.
[1][2] Distintos cantaores fueron añadiéndole tercios[3][4] o fundiendo con ella otras cantiñas, pero se considera que José de Sanlúcar fue el primero en dar grandeza a este cante, antes de que Antonio Chacón se convirtiera en su mayor mantenedor y propagador.
También lo ejecutaron Gracia de Triana, Estrellita Castro y Rocío Dúrcal.
También se considera que son alegrías con incorporación de mirabrás.