Carente de alardes arquitectónicos, la capilla se caracteriza por mostrar una arquitectura barroca de líneas sencillas y apacibles.
Situada en el camino a Arcos de la Frontera, se edificó en el siglo XVII una capilla, promovida por los hermanos de la Misericordia y costeada por la familia Villacreces.
Los escudos de la familia aparecen en la fachada y en la cúpula.
En el interior se puede contemplar el retablo principal barroco, así como pinturas o esculturas de diversa cronología.
[1] Miguel Ángel Mariscal Rodríguez y Pablo Javier Pomar Rodil (2004).