[3] Más tarde, a mediados del siglo XVII,[4] se decidió realizar el hospital para la atención de los indios, y un templo para los servicios espirituales de los mismos.
[3] Durante el siglo XVIII, en la edificación del hospital (junto a la capilla) se estableció el hospicio para pobres.
En 1863, el edificio se dañó y en el siglo XX fue restaurado por Emilio López Vaal.
[5] El interior, sin bancas pues ya no está destinado al culto, posee un estilo neoclásico.
En el testero tiene un ciprés, y en la parte de atrás lo adorna un altar neoclásico pintado, el cual está dividido en veintiún paneles.