Cuenta con varias fábricas manufactureras y del ramo textil.
El tiempo corría en la apacible época de la Colonia, en que las familias alteñas consolidaban una serie de valores humanos y cristianos en un pueblo creyente y abnegado.
La región alteña no conoció el desarrollo de una alta cultura indígena, donde los españoles se encontraron con una población campesina altamente especializada y por un sistema muy complejo de organización sociopolítica.
Los españoles vivían en sus estancias, ranchos y haciendas, y no podían establecerse en las cabeceras de los poblados habitados por indígenas sino por previo permiso de la Audiencia.
La guerra del Mixtón rompió toda convivencia entre indígenas y españoles.
La primera característica que salta a la vista de quien por primera vez se acerca a los Pueblos Alteños o escucha hablar sobre ellos, es la ausencia de la población indígena en la zona.
Lo que no se advierte es el mestizaje, al menos en tan alta y notoria incidencia como la mayor parte del resto del país, en cuyas ciudades se ha producido una fusión de razas notables a simple vista.
Capilla de Guadalupe es un lugar rico en belleza natural, edificios arquitectónicos, iglesias, haciendas y casonas.
Es una ciudad pequeña por su gran movimiento tanto físico como económico, administrativo, comercial e industrial.