Energía lumínica

Su símbolo es Q v y su unidad es el lumen por segundo (lm·s).

si no, la expresión válida sería la integral del flujo luminoso respecto al t. La cantidad de luz se puede definir a partir de la energía radiante espectral,

, gracias a la función de sensibilidad luminosa,

La energía radiante es una cantidad objetiva que depende sólo de la intensidad y el color de la luz.

Esto tienen interés práctico porque a partir de la energía luminosa puede obtenerse bien directamente o bien indirectamente energía eléctrica.

La forma directa involucra el uso de células fotovoltaicas, mientras que las formas indirectas consisten en calentar un fluido circulante, que puede usarse en mover algún tipo de turbina o elemento mecánico generando energía cinética y transformar la energía mecánica resultante en energía eléctrica.

En este segundo caso frecuentemente se usan espejos curvados que concentran la energía luminosa en un volumen o área más reducidos aumentando localmente la intensidad de la luz.

Nótese que la energía lumínica absorbida del sol, y la energía lumínica emitida por la tierra al espacio, tanto desde la mitad iluminada (día) como la mitad no iluminada (noche), iguala prácticamente a la luz que llega del sol, eso es lo que hace que el planeta tenga una temperatura aproximadamente constante de 15 °C de media en la superficie (excepto por pequeñas fluctuaciones que se manifiestan como glaciaciones o calentamiento global).

La vida en el planeta requiere por ejemplo esa diferencia de entropías para perpetuarse.

El balance energético entre lo recibido y lo reemitido está prácticamente equilibrado, no así la entropía.

Forma directa involucrada en células fotovoltaicas, mientras que las otras calientan fluidos.

Sin esta absorción de energía la temperatura media del planeta sería más baja.

En Venus la irradiación es algo mayor, aunque similar a la tierra, sólo que sus densas nubes hacen que el equilibrio entre energía absorbida y reemitida se de a una temperatura muy alta, con respecto a la tierra.

De toda la energía lumínica absorbible sólo una fracción es percibida por el ojo, que además presenta diferente sensibilidad a la luz de diferentes colores.

Por lo que una medida de la luz percibida debe ponderar diferente cada longitud de onda, así por ejemplo, el ojo presenta la máxima sensibilidad para longitudes entorno de 380 nm a 780 nm.

Los rayos ultravioletas pueden llegar a causar daño en la piel de los seres humanos, y las radiaciones de alta frecuencia pueden eventualmente a producir mutaciones genéticas que dan lugar a una variabilidad genética sobre la que opera la evolución de las especies.

Espectro de la radiación solar por encima de la atmósfera (amarillo) y a nivel del mar (rojo). La línea gris es el espectro térmico de un cuerpo en perfecto equilibrio con la radiación electromagnética 5250 °C, dado que en el sol ocurren fenómenos irreversibles y existen otros fenómenos que radiación electromagnética, el espectro amarillo se aparta ligeramente de él. El espectro en rojo tiene en cuenta el efecto de la atmósfera terrestre que dispersa o absorbe preferentemente ciertas frecuencias y no otras.
El ojo humano es más eficiente para detectar fotones cuya frecuencia se encuentra en el centro del espectro visible, es decir para la longitud de onda cercana al verde. La Función de luminosidad fotópica (negro) y función de luminosidad escotópica [ 4 ] ​ (verde). La gráfica muestra la sensibilidad relativa del ojo a las diferentes longitudes de onda. El eje horizontal es la longitud de onda en nanómetros . Igualmente el hecho de que la mayoría de plantas del planeta usen pigmentos verdes para la fotosíntesis tiene la misma explicación.