Para medir el estado de incandescencia de un objeto o describir la luz que emite, se utiliza un modelo teórico llamado cuerpo negro.
La calidad de la luz emítida depende directamente de la temperatura a la que se encuentre el cuerpo, un cuerpo ligeramente caliente (alrededor de 1600 °C), emite luz roja-naranja, mientras que un cuerpo muy caliente (alrededor de 5000 °C), emite luz muy blanca e incluso puede llegar al blanco azulado a temperaturas extremas (de 8000-9000 °C).
Ello se debe a que un cuerpo a temperatura alta —al rojo vivo— emite la mayor parte de su radiación en las zonas de baja frecuencia (rojo e infrarrojo); un cuerpo a temperatura más alta —al rojo blanco— emite proporcionalmente más radiación en frecuencias más altas (amarillo, verde o azul).
La causa de este efecto se puede explicar por la excitación térmica directa de los iones metálicos del material.
La palabra candoluminiscencia se utiliza pues de una manera informal para describir la luminiscencia de cualquier material calentado hasta la incandescencia específicamente por una llama.