Sus emisiones empezaron en enero de 1988 y finalizaron en septiembre del mismo año.
Sólo era posible darse de alta en grandes ciudades —Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao—,[1][6] ya que solo en esas Canal 10 efectuaba las instalaciones —gratuitas— de la parabólica y el receptor.
Las pocas altas hicieron que en mayo de 1988 los accionistas empezaran a preocuparse por la marcha del canal.
Los más optimistas prevén que en un año o dos el canal alcance un nivel estable de perdidas, pero eso no calma a accionistas como la CLT que ya planea una marcha del accionariado en vistas de un posible concurso por parte del Gobierno español de licencias legales para emisoras privadas.
El día siguiente la cadena informó de que no podía seguir adelante, acusando a que no se han generado ingresos y la precaria cifra de abonados —654—.
El día siguiente tanto Editmedia S. A. y Broadcasting Trade Limited, que facilitaban contenidos al canal y su producción, demandan a canal 10 por impagos de 189 millones de pesetas.
Más adelante la CASS al salir del accionariado entrará en una crisis financiera que le ha llevado problemas hasta la actualidad.
Para las instalaciones individuales se cedía un receptor analógico satélite con sistema de decodificación.