Así fue que Svend I de Dinamarca, el más grande líder vikingo, llegó a Inglaterra en los inicios del siglo XI (precedió a Guillermo el Conquistador, quien lideró un ejército de vikingos desafectados, quienes se habían asentado antes en Normandía).
Todo esto sucedió en la época en que el cristianismo reemplazó al paganismo en Escandinavia.
Molesto y cansado de su ridícula aseveración, emplazó su trono en la playa – pero no para desafiar a la marea.
Ruden apunta: “La historia sueca no reconoce a Canuto como conquistador de Suecia.
Su historia no es contada a menudo, entorpecida por la errónea leyenda de su aventura en la playa, y eclipsada por Guillermo el Conquistador, un hombre mucho menos capaz, aunque más famoso.
But he forced a smile even though (Pero él forzó una sonrisa aunque) His hopes lay dashed where offerings fell, where they fell (Sus esperanzas yacían rotas donde las ofrendas cayeron, donde cayeron)
La última línea parece suponer que Knud esperaba poder derrotar a las olas, parte de la ficción.
Pero luego tenemos un vislumbre de la historia real cuando Knud fracaso al detener las olas: