En 1943, el campo fue ampliado y se construyó uno nuevo junto al primero.
También fue rodeado por una alambrada de púas electrificada y contenía 30 nuevas barracas.
De esta manera, el área total del campo se incrementó a 1.2 km².
34 guardias femeninas, incluyendo a Gerda Steinhoff, Rosy Suess, Elisabeth Becker, Ewa Paradies y Jenny-Wanda Barkmann, fueron más tarde acusadas de crímenes contra la humanidad durante su estancia en Stutthof.
También se utilizaron vagones móviles con gas para complementar la capacidad máxima de la cámara de gas (150 personas por ejecución) cuando se consideraba necesario.