Estos cuantos son lo que se conoce como "partículas bosónicas" asociadas al campo.
Fue desarrollado por Peter Higgs en 1964 para introducir la masa en la teoría de Yang-Mills.
El campo de Higgs recuerda en muchos aspectos a la hipótesis del éter (un fluido ultraelástico e imponderable que se encontraría en todo el universo).
Para explicar el campo de Higgs, que permea todo el espacio-tiempo, como cualquier otro campo fundamental, mucha gente imagina el universo como una piscina inmensa llena de agua en reposo.
Los campos (relativistas) pueden propagar energía e información de un lugar a otro en forma de ondas y pueden afectar a otros campos sin que exista un medio que oscile.
Por convenio, cuando el valor del vacío de un campo no cambia se le asigna un valor igual a cero.
Por encima de cierta energía crítica el vacío toma un valor cero y las partículas de Higgs son ondas del campo respecto a dicho valor nulo; por debajo de esta energía crítica el vacío adquiere un valor positivo y las partículas del campo corresponden a ondas respecto a dicho valor no nulo.
Por ello no tiene sentido físico considerar que se asemeja a la noción clásica de éter.
Sin embargo, si consideramos la esencia del concepto del Éter como un "medio" que permea todo el espacio, y lo adaptamos a los conceptos contemporáneos de Campo y Relatividad, entonces sí, el Campo de Higgs es el éter del siglo XXI.