Tres años después pasaría a ser gestionado por unidades de las SS.
[1] El campo estaba formado por varias factorías de ebanistería, jugueteras, textiles y otros bienes.
Sin embargo, las agresiones sexuales contra las mujeres fueron evaluadas como "violación de las leyes raciales".
[2] Bajo su dirección llegó la segunda oleada de deportados, entre los que se encontraron soldados del Ejército Insurrecto Eslovaco, partisanos y otros ciudadanos acusados de dar su apoyo a la insurrección que duró desde agosto hasta octubre.
Estos partieron en once trenes de ganado hacia Auschwitz, Sachsenhausen, Ravensbrück y Theresienstadt.