Campaña de fe

El desarrollo socioeconómico generó una dislocación social, activando así el clivaje rural-urbano[8]​ y un cambio en las relaciones de poder en la sociedad iraquí.No obstante, con las dos guerras y las sanciones implementadas a Irak por la invasión de Kuwait se generó una crisis económica, que a su vez degeneró en una economía no diversificada con dificultades de adaptación.[12]​ Esta situación, a la larga, provocó un estímulo para los movimientos sociales religiosos como contraposición al régimen.Al romper con los esquemas del estatus social que imperaban en la sociedad iraquí, el partido Baath fue desgastándose y considerándose como antirreligioso.[14]​ El precursor de la invitación fue un joven ulema, futuro ayatolá, Sayyid Muhammad Baqir al-Sadr, para reconciliar el islam con la actualidad del Irak por aquel entonces.[17]​ El estudio y la preparación de una base social fue clave para dar el salto a un activismo en 1979; año en el dual, gracias a los acontecimientos sucedidos en la región y al propio desgaste del partido Baaz, se propició tal oportunidad.Las familias religiosas objectoras frente a tal decisión eran castigates severamente, ya que la oposición al partido Baaz suponía la cárcel.Un acontecimiento clave para comprender las fisuras ideológicas del partido Baaz fue el ataque y represión a los 30.000 chiíes que se disponían a peregrinar desde Najaf hacia Kerbala para honorificar al mártir Imman Hussein.Varios eventos seguidos hicieron que al-Sadr cambiara de estrategia y propusiera un activismo revolucionario.La movilización resultaba fácil, y los jóvenes veían en el movimiento islámico un cambio posible tras ver el éxito de la revolución en Irán.Sadam se esperaba una guerra sencilla y rápida contra un supuesto régimen débil que demostró perdurar.No obstante, el partido se mantuvo unido debido a la alta institucionalización y control de la formación sobre el Estado.No fue hasta 1982 cuando se empezó a tratar el componente religioso en la sociedad iraqí.En el Congreso Regional del Partido se discutió el fenómeno religioso que imperaba en la sociedad.El cambio de rumbo en la política del Partido Baaz suponía una respuesta a los contextos sociales y económicos en los años noventa.[23]​ A esto hay que sumarle el impacto psicológico y social de las dos guerras vividas en una década.Tras el éxito de la República Islámica y su consolidación en 1979, el islamismo se activó en gran parte de la ciudadanía con actividades como el rezo y visitas a las mezquitas con mayor frecuencia, tanto chiíes como los sunníes.Los objetivos que buscaba mediante esta nueva política eran principalmente tres: una legitimación personalista de Sadam, una moralización islámica como refugio y estabilidad social ante la crisis económica.Dentro del partido existían ya miembros religiosos que usaron la campaña para intensificar el islam como el propio al-Duri que utilizó la Campaña para intensificar el estudio de Corán con énfasis en el hadiz para legitimar posiciones políticas.La puesta en escena de actos religiosos en público, como rezar, eran vistas positivamente por el régimen, pero no por los chiís, ya que consideraban a los miembros del partido como infieles.En áreas donde la población chií era mayoritaria, el régimen actuaba de una forma arbitraria prohibiendo ceremonias religiosas.Además, se llegaron a hacer purgas hacia aquellos líderes chiíes populares y críticos con el régimen.[3]​ Esta clase de acciones no fueron llevadas a cabo hacia los líderes sunníes que continuaron siendo apoyados por el Estado.Sería precipitado hablar de la Campaña como un hecho exitoso, donde se lograron cumplir los objetivos propuestos.
Muhammad Baqir al-Sadr clérigo chiita iraquí, filósofo y fundador ideológico del Partido Islámico Dawa .
Funeral de Michel Aflaq. Sadam Hussein (Derecha) y Izzat Ibrahim ad-Duri (Izquierda)