El primer ministro Louis Botha informó a Londres que Sudáfrica podía defenderse y que la Guarnición Imperial podía marcharse a Francia; cuando el gobierno británico preguntó a Botha si sus fuerzas invadirían África del Sudoeste alemana, la respuesta fue que ellos podían y querían hacerlo.
Poco después, otra fuerza ocupó el puerto de Lüderitz.
En marzo de 1915, los sudafricanos estaban listos y una tropa de 67.000 soldados desplazándose en cuatro columnas comenzaron la ocupación completa del territorio alemán.
Botha mismo comandó la fuerza que ocupó la Bahía Walvis y Swakopmund en el norte del territorio.
Durante la campaña las fuerzas de ocupación encontraron minas terrestres y pozos envenenados, así como alguna fuerte resistencia.