Los dos hombres inician un viaje por Israel, durante el cual Axel desafía los valores tradicionales de Eyal, surgiendo una tensión sexual entre ambos.
En la fiesta del cumpleaños del exoficial, a la que Eyal es invitado, este confirma que el criminal de guerra aún vive; la familia de Axel lo trata amablemente, aunque finalmente surgen tensiones entre Axel y sus padres, sobre todo con su madre.
Después, en otra visita a la casa de la familia de Axel, Eyal entra subrepticiamente al cuarto del exoficial nazi pero, a pesar de que éste se encuentra dormido y totalmente vulnerable, finalmente no se atreve a inyectarle la sustancia que lo mataría.
A sus espaldas se encuentra Axel, viéndolo proceder y sin hacer ni decir nada.
Dos años después, Eyal ya está casado, tiene un hijo, y termina siendo muy buen amigo de Axel.