Se llama cambio léxico-semántico al cambio lingüístico experimentado en la evolución histórica del componente léxico-semántico de un idioma.
Hay varios factores que cooperan para que se produzca este fenómeno: Dado un concepto o noción fija, se denomina cambio léxico al cambio de la palabra habitualmente usada para designar ese concepto o noción por otra; por ejemplo la 'cabeza' o parte del cuerpo sobre los hombros en muchas lenguas romances pasó a ser denominada mediante derivados de testa ('maceta') en referencia a la metáfora usada para designar al cráneo.
En cambio, dada una palabra, se llama cambio semántico a la modificación del significado de una palabra, mediante ampliación de los usos a otros conceptos similares (generalización y metáfora, por ejemplo en latín caballus se refería al tipo de caballos fuertes usados en el ámbito rural y se usó más adelante para 'caballo en general') o reducción de los usos (restricción: en inglés deer se refería originalmente a un 'animal salvaje' y deriva de la misma raíz indoeuropea que el cognado latino fēra 'fiera', pero posteriormente pasó a designar solo 'ciervo, venado').
Lo que parece cierto es que estos cambios no tienen lugar en las palabras aisladas sino en las palabras o unidades léxicas como miembros de campos semánticos.
Si tenemos en cuenta este último punto, se puede elaborar una clasificación psicológica de los cambios semánticos basada en las asociaciones o relaciones que los hablantes establecen entre los significantes o los significados de las palabras.