Este callejón posee pinturas, murales y esculturas que rinden tributo a la cultura afrocubana, de hecho, la mayoría de sus murales describen deidades afrocubanas.
Su nombre se debe a Fernando Belleau Hamel, estadounidense de origen franco-alemán, que organizó un negocio de materia prima y fundición y les construyó casas a sus empleados.
[1] Uno de los artistas que más ha marcado el arte del callejón es Salvador González Escalona.
[1][2] Su objetivo es ofrecer el arte creador al pueblo, revitalizando una calle olvidada por el tiempo y por la ciudad, y transformarla en una galería de arte, donde el mismo barrio formaría parte indisoluble de una creación única en su género, en el país y en el mundo, que estuviera siempre al alcance de niños, ancianos, obreros y profesionales.
[1] Al mediodía de cada domingo, el callejón se realizan bailes y grupos locales tocan música en directo.