Esta producción de vórtices puede provocar fuerzas laterales periódicas sobre el cuerpo, causando vibraciones.
Cuando una capa de nubes está presente en la altitud correspondiente, las calles se hacen visibles.
En baja turbulencia, los edificios altos pueden producir una calle Kármán, siempre y cuando la estructura sea uniforme a lo largo de su altura.
En áreas urbanas donde hay muchas otras estructuras altas cerca, la turbulencia producida por éstas impide la formación de vórtices coherentes.
Algunos estudios han mostrado que al volar, insectos como las abejas toman energía de los vórtices que hay a su alrededor, pues al generar estos arrastres pueden aquellos mejorar su velocidad.