Fue martirizado[1][2] por lo que es considerado santo por la Iglesia católica y su fiesta litúrgica se celebra el 14 de agosto.
[3][1] Calixto fue elegido obispo de Todi en el 523, aproximadamente.
Desde su sede fue un defensor de la doctrina cristiana y se opuso al arrianismo, al que persiguió ferozmente.
[3][4] También defendió las buenas costumbres y la vida modesta, oponiéndose a los excesos de la nobleza local.
Fue asesinado por siervos de los nobles que denunció, en el 528.