La calidad del embrión es, principalmente, evaluada con el micorscopio a ciertos puntos utilizando un sistema de puntuación morfológico.
[11] Los estudios hasta ahora publicados con estas tecnologías han mostrado resultados prometedores.
Los análisis pueden variar en extensión de un solo biomarcador hasta genomas enteros, transcriptomes, proteomas y metabolomes.
:[13] La expresión de un nuevo perfil genético para los embriones humanos es limitada por cuestiones éticas y legales.
[13] Una de las alternativas, que los científicos han utilizado, es tomar células del cumulus que rodean el ovicito y el embrión temprano o células de la granulosa, para así no inferir con cuestiones éticos o legales y seguir con la investigación.
[13] La presencia de HLA-G soluble, puede ser también considerada como otro parámetro para decidir la calidad del embrión.
[1] Otro nivel de oportunidad se puede lograr haciendo una evaluación del perfil del embrión con respecto a la situación de la madre recordando aspectos como la salud o el estado inmunitario, estudiando los perfiles similares al genoma materno, el transcriptoma, el proteoma y/o el metaboloma.
Existen tres tipos de diagnóstico preimplantacional genético: Para realizar estos estudios se realiza una eclosión asisida del embrión y se biopsian entre el día 5 y 6, al ser más fácil en esos días.
Además, si la técnica no se realiza correctamente, el embrión podría estar perjudicándose.
Si medimos la tasa de niño nacido sano por ciclo iniciado, será la misma, ya que los casos donde no se mira el PGT los embriones aneuploides serán abortados voluntaria o espontáneamente Sin embargo, si miramos la tasa de embarazo viable o niño nacido sano por embrión transferido (esto es la tasa de embarazo) será mayor realizando un PGT, porque al transferir un embrión sin realizar un PGT puede ser aneuploide y este abortarse más adelante del embarazo.
El PGP tiene limitaciones inherentes ya que la célula prueba no puede representar al embrión por mosaicismo.