Calefacción por vapor

Fue muy utilizado antiguamente pero con el tiempo se está abandonando, aunque aún hay muchas instalaciones en funcionamiento en muchos países.Su constitución es semejante a los sistemas de calefacción por agua caliente: la caldera lleva el agua a la temperatura de evaporación y el vapor recorre los emisores (radiadores) sin necesidad de bomba u otro artificio mecánico, aunque requiere una disposición específica de los elementos que forman la red para un buen funcionamiento por termosifón.Al enfriarse vuelve a la fase líquida y, condensado, el caloportador vuelve a la caldera por gravedad, para lo que la red de tuberías debe tener pendientes hacia ella.En los radiadores, en vez de purgar aire de su parte superior debe purgarse el agua condensada en su parte inferior.La cuestión más importante para la elección del vapor es que su calor latente de vaporización es muy alto, 2257 kJ/kg, que cede en los emisores al condensar para volver de nuevo a la caldera; por ello, se transporta mucho calor con caudales pequeños de vapor.