Oído medio

El oído medio se comunica por delante con la nasofaringe, a través de la trompa faringotimpánica o auditiva.La cavidad timpánica se comunica en la zona posterosuperior con las celdas mastoideas, a través del antromastoideo.El oído medio comprende: La caja timpánica es un espacio aproximadamente oblongo (como una lente bicóncava) tapizado completamente por mucosa.[2]​ Esta pequeña cavidad está llena de aire, y gracias a la tuba auditiva, se comunica con las fosas nasales, permitiendo que la presión de aire contenido en la caja timpánica sea la misma que la del ambiente.El suelo del antro tiene varios orificios por los que se comunica con las celdas mastoideas.El funcionamiento de esta cadena se inicia a partir del martillo.El martillo posee cabeza, cuello y mango o manubrio, así como una apófisis corta.Al mismo tiempo, la platina del estribo se inserta en la ventana oval y estimula a los líquidos perilaberínticos en el proceso de la audición.Este aspecto es fundamental para la percepción del sonido y su ampliación en el oído medio lograda por los huesecillos.La parte interna del espiráculo, todavía conectado a la farínge, forma el tubo de Eustaquio.[3]​ En reptiles, aves, y anfibios, hay un solo hueso en el oído medio, la columella auris (que es homóloga al estribo de los mamíferos).Está conectada indirectamente con la membrana timpánica por una extracolumella cartilaginosa y medialmente al oído interno por la fenestra ovalis.En muchos mamíferos, el oído medio también se encuentra protegido por una cavidad, la ampolla o bulla timpánica.
Esquema que incluye algunas estructuras del oído medio : tímpano , martillo , yunque , estribo , trompa de Eustaquio .