En documentos antiguos catalanes mencionan caballos con la «cola cana».
Como nombre de caballo, Rabicano aparece en la obra Orlando innamorato el año 1495.
En los casos mínimos los pelos blancos son escasos y en la base de la cola casi no se puede observar nada de blanco.
[1] Los pelos blancos son más numerosos en los flancos y la barriga.
También en la cabeza (a diferencia de los pelajes ruanos) puede haber pelos blancos «añadidos».