Los argentinos se inclinaron rápido al juego y en la década de 1920 muchos jugadores reconocidos empezaron a usar únicamente caballos "Criollos" para tal fin.
Finalmente a fin de resolver el problema de la agilidad, docilidad y velocidad en un mismo caballo, se optó por cruzar yeguas "criollas" argentinas con sementales del "pura sangre" inglés, como resultado nacieron los veloces caballos que hoy en día vemos en los distintos torneos que se disputan en los campos de polo del mundo.
En ese momento se la empezó a considerar lo que hoy ya es raza Polo Argentino.
En la República Argentina se los puede ver mostrando sus cualidades inigualables en los principales torneos del país que son entre otros: A continuación se muestra un listado con los grandes campeones de la raza Polo Argentino a partir de 2004.
Por doma se entiende al período de tiempo durante el cual un caballo es amansado, adiestrado y entrenado.
En los últimos años se ha evolucionado de una “doma tradicional” hacia una “racional o inteligente” en la que se busca la obtención de resultados sin recurrir a la fuerza, trabajando aspectos más ligados al carácter del animal y de acuerdo al propio animal, el cual es analizado profundamente, esto quiere decir que no hay una receta única.
Este proceso de "pre-doma" duraría hasta cerca ce los tres años del animal, momento en el cual se puede pasar a la doma propiamente dicha[10].