Al llegar diciembre de 1902 el buque Antarctic que debía recogerlos no pudo llegar a la isla debido al abundante hielo que ese año se había formado a lo largo de la península Antártica.
Los náufragos consiguieron llegar con las barcas a la isla Paulet en la que construyeron una cabaña con piedras, utilizando los botes y el velamen como cubierta.
Allí es donde la tripulación del Antarctic se refugió desde febrero hasta noviembre de 1903 tras el hundimiento del barco que quedó aprisionado por el hielo a 25 km de la isla.
Los veinte tripulantes del Antarctic llegaron a ella con su bote de salvamento y construyeron una robusta cabaña de piedra cuyos restos son visibles hoy en día.
Dado que llevaban consigo solo unos pocos suministros del Antarctic, pudieron sobrevivir gracias a los cientos de pingüinos que consiguieron cazar y a sus huevos.