Códice Maya de México

[2]​ Como en los casos en que no hay presencia de arqueólogos profesionales, se puso en duda su autenticidad, ya que durante un largo periodo hicieron falta pruebas sobre su edad y lugar de origen.

[4]​[5]​ Posteriormente, el coleccionista se llevó fuera del país este códice,[6]​ el cual fue recuperado por investigadores mexicanos en 1971, luego de haber sido comprado en 1967 junto a otras piezas mayas, incluyendo una caja pequeña de madera.

[9]​ Al realizarse los primeros estudios, se analizó por medio de isótopos un trozo de corteza adherido a una página, dando como resultado una datación del año 1230 d. C., con lo cual los expertos pusieron en duda no la autenticidad del material en que está pintado, que consideran efectivamente prehispánico, sino la información pintada sobre este.

En cuanto a su presentación, también está doblado en forma de biombo, aunque pintado solo en el anverso.

[3]​ El Códice Grolier contiene una sola sección que es un almanaque con los movimientos del planeta Venus.