Un delfín del veterano dirigente santiagueño Carlos Juárez, lo reemplazó a éste como gobernador tras su elección en 1987.
En un principio, respondió Juárez, que tras dejar la gobernación fue elegido Diputado Nacional, a quien alabó en diversas oportunidades.
[1] Su casa, junto con la de otros políticos santiagueños, fue tomada por manifestantes, en el episodio conocido como Santiagueñazo.
[4] Tras haber finalizado su mandato como diputado nacional, se exilió en Paraguay, denunciado una persecución por parte de Juárez y sus allegados.
Se habría formado un grupo de tareas, con policías provinciales y colaboradores juaristas, que tenía por objetivo localizarlo para asesinarlo.