Se pueden dividir en intraglomerulares, que emiten prolongaciones hacia el glomérulo (lo recubre), y células mesangiales extraglomerulares que están fuera del corpúsculo, y forman parte del sistema yuxtaglomerular.
[2] Las células mesangiales son un tipo altamente especializado de pericito (células contráctiles que rodean a capilares) y tienen un papel activo en la regulación de la filtración glomerular.
Estas células responden a varias señales para contraerse y relajarse, principalmente a la angiotensina II, gracias a lo cual regulan el flujo en los capilares intraglomerulares y con ello la filtración glomerular.
Las células mesangiales fagocitan componentes desechados por la membrana basal y colaboran con los neutrófilos en la retirada de otros desechos, incluyendo restos de otras células mesangiales que han sufrido apoptosis.
La función de las células mesangiales extraglomerulares no es aún bien entendida pero se ha relacionado con la autorregulación renal y con la regulación de la presión sanguínea sistémica a través del sistema renina-angiotensina.