Bullmastiff

La raza tiene su origen oficial en Gran Bretaña a fines del siglo XIX y el primer estándar (descripción del conjunto de características raciales) data de 1924, fecha en la que fue aprobado por el Kennel Club británico.

La razón para que el ataque de este perro se materializara en el uso de la fuerza corporal pero no en la mordida venía dado por las leyes forestales que imperan desde el siglo XII en Inglaterra.

Y es justamente este rasgo el que lo distingue de otras razas molosoides que son mucho más prestas y prontas en la mordida, infiriendo grandes daños a sus presas, sean éstas otros perros, otros animales o personas.

De pelo corto, su manto puede ser leonado, abarcando todas las tonalidades desde el arena hasta el rojo hígado, o atigrado.

Al contrario que otras razas molosoides, se caracteriza por aceptar las órdenes que le impongan todos los miembros de la casa, incluso los más pequeños, y no ser «perro de un solo dueño», lo cual facilita su convivencia con la familia.

Cabeza de bullmastiff