El hexametonio es un compuesto químico con características de bloqueante ganglionar,[1] un receptor nicotínico (NN).
Se emplea en el control de las hemorragias, y para el tratamiento de las úlceras pépticas y de la hipertensión.
Su función farmacológica es la impedir la transmisión de impulsos nerviosos por los ganglios vegetativos.