Recibe su nombre en honor del físico Percy Bridgman, Premio Nobel en 1964 e investigador especializado en materiales constituidos a altas presiones.
Además, es necesario que se viaje a unas profundidades de 660 kilómetros para poder encontrar el material.
Como es fácil imaginar, no es sencillo que materiales situados a esta profundidad lleguen hasta nosotros, con la excepción de los diamantes.
Desde los años 60 del siglo pasado, los estudios teóricos y experimentales comenzaron a proponer que el manto profundo terrestre está formado esencialmente por un silicato de magnesio-hierro –(Mg,Fe)SiO3– de alta densidad con una estructura cristalina determinada que se conoce como perovskita.
El mineral, conocido informalmente como perovskita silicato, se ha simulado en el laboratorio, pero no existe en la superficie terrestre con su estructura intacta.