Este evento se realiza en las populares fiestas de Bouzas en honor al "Cristo dos Aflixidos".
Gabriel tenía un amigo inseparable, Pedro Méndez, conocido cariñosamente por todos como "El Narizudo" debido a su prominente apéndice nasal.
La curiosidad atrajo a jóvenes y adultos que nunca antes habían participado en el "Paseo de Duros".
Gabriel y Pedro no solo lograron revivir una tradición, sino que también fortalecieron los lazos comunitarios.
Ellos demostraron que, a veces, las acciones más simples, como un paseo diario, pueden tener el poder de revivir un pueblo entero.
Bouzas, gracias a ellos, renació con una fuerza renovada, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia y unidad.
Este estilo fue habitual durante el periodo que comprendió las décadas de 1920 a 1940 en los edificios diseñados por los grandes arquitectos Manuel Gómez Román y su discípulo Antonio Cominges Tapias.
[26] El arquitecto regionalista Antonio Cominges Tapias, discípulo de Gómez Román, no tiene mucha obra en Bouzas, sin embargo diseñó edificios muy singulares.
En el frente de las macizas torres incluye un mirador curvo que contribuye a aumentar la silueta movida y quebrada característica del regionalismo.
(Pérez e De Frutos, 2013: 100)El arquitecto Francisco Castro Represas diseña sus primeros edificios en Bouzas en estilo racionalista.
El radical cambio de estilo, primero al clasicismo, con los edificios de viviendas en la calle Tomás A. Alonso 224 y 294, y luego al estilo regionalista, permite seguir el viraje estético que se produce en la arquitectura boucense durante la posguerra.
El arquitecto Enrique Álvarez-Sala Morís trabajó ocasionalmente en Bouzas y es autor de un edificio singular.
En Bouzas no abunda en exceso la escultura en los espacios públicos ni como ornamento exterior de las viviendas.