Las botas de siete leguas son un elemento del folclor europeo.Las botas a menudo son presentadas por un personaje mágico al protagonista para ayudar en la realización de una tarea importante.[1] En la Francia del siglo XVII, se llamaban «bottes de sept lieues» las botas que llevaban los postillones y se piensa que deben su nombre al hecho de que la distancia que separaba dos casas de posta solía ser de siete leguas.En realidad, esa distancia podía variar mucho de una región a otra y era de entre 16 y 20 kilómetros, a saber cuatro o cinco leguas.En Pulgarcito, aparte de las botas de 7 leguas, aparece otras tres veces: Pulgarcito tiene 7 años, él y sus hermanos son 7, y el ogro tiene 7 hijas.
Botas de postillón o botas de siete leguas. Museo del palais Bénédictine,
Fécamp
, Francia.