Fue expuesto hasta el año 2000, cuando se repatriaron sus restos a Botsuana.[2] Durante ese tiempo, el bosquimano se volvió tan famoso que era bastante común escuchar en anuncios diplomáticos realizando referencias al cadáver expuesto.[8] Siguió expuesto hasta el año 2000, y tras meses de polémicas y después de quitarle el taparrabos, la lanza, la piel y careta que vistió en Bañolas, el cuerpo fue enviado al Museo Nacional de Antropología de Madrid, donde se le extrajeron todos los elementos que se le habían añadido, como el relleno (que había reemplazado los órganos internos), los ojos, el cabello y los genitales.[11] Actualmente, el Museo Darder no hace ninguna referencia a la polémica.En el interior del museo, lo único que queda de él es un vídeo mudo con imágenes en blanco y negro mostradas en una pequeña pantalla de plasma que permite a los visitantes ver al hombre montado tal y como era expuesto hasta que fue retirado.[1]La historia también aparece en la compilación Yo recordaré por ustedes (2023), de Juan Forn.