Este había sido escogido por Leopoldo O'Donnell como lugar para desembarcar las tropas expedicionarias, pero los oficiales de marina disuadieron al comandante en jefe de llevarlo a cabo porque consideraban que con los medios que tenía la marina, 10 barcos y 4 veleros, no se podía hacer frente a la capacidad de fuego artillero del fortín marroquí construido en la boca del río.
Finalmente el desembarco se hizo en Ceuta.
El comandante en jefe creyó a los oficiales y no hizo comprobar el fortín marroquí.
El desembarco en este lugar había ahorrado la vida a muchos soldados de los dos bandos.
Actualmente la ciudad de Martil, en el lado norte del río homónimo es un centro turístico y el fortín bombardeado ha desaparecido.