Al principio, los turistas corrían con sus aparatos hechos a mano por las estrechas calles de St.
Los equipos modernos de bobsleigh compiten para completar un recorrido cuesta abajo en los tiempos más rápidos.
La única excepción fueron los 1960 en Squaw Valley, cuando el comité organizador decidió no construir una pista para reducir costes.
Entreteniendo a sus huéspedes con comida, alcohol y actividades, estableció rápidamente el concepto de "estación invernal".
[1] Sin embargo, cuando empezaron a chocar con los peatones en las heladas callejuelas, callejones y carreteras de St.
La capacidad de dirección permitía a los trineos hacer recorridos más largos por la ciudad.
[1] Al igual que el luge y el skeleton, su origen se sitúa en los Alpes suizos a finales del siglo XIX.
Las competiciones formales comenzaron en la Cresta Run de hielo natural en 1884, que se construyó en una asociación anual entre los huéspedes y la población local.
Al ser una de las pocas pistas meteorológicas naturales del mundo, no utiliza refrigeración artificial.
El bobsleigh también se disputa en campeonatos americanos, europeos y de la Copa del Mundo.
Un nuevo avance tuvo lugar en los Juegos Olímpicos de Salt Lake City 2002 donde se incluyeron por primera vez las pruebas femeninas.
La clave en el bobsleigh, al igual que en el luge y en el skeleton, está normalmente en la salida.
Es decisivo que en esos primeros metros los tripulantes consigan la mayor velocidad posible empujando el trineo en esos metros iniciales antes del descenso, por eso deben ser personas fuertes y además rápidas, ya que de la explosividad inicial depende normalmente el resultado.
Las diferencias entre los participantes rara vez superan unas pocas centésimas por lo que cualquier pequeño error resulta imposible de recuperar.
Aunque el trineo posee un freno, este únicamente se usa al rebasar la línea de llegada.
Las velocidades superan con frecuencia los 150 km por hora y los corredores soportan hasta fuerzas 4 o 5 "G".
Aunque su resultado no fue brillante, este episodio fue motivo para una película de la productora Disney que se tituló originalmente "Cool Runnings" ("Elegidos para el triunfo" en España; "Jamaica bajo 0" en Latinoamérica), estrenada en 1994 con bastante éxito.
Se requiere que contengan al menos una recta y un laberinto de múltiples curvas consecutivas.