Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió como enlace con la ruta de transbordadores militares del Atlántico Norte, albergando una población máxima de unos 4.000 militares estadounidenses.
Se calcula que unos 10.000 aviones aterrizaron en la base en ruta hacia los frentes en África del Norte y Europa.
También se construyeron otras bases aéreas en la casi despoblada costa oriental de Groenlandia, como Bluie West Eight, convertida luego en la actual Kangerlussuaq.
Las malas condiciones climatológicas son frecuentes en Groenlandia meridional, y Narsarsuaq se halla en gran medida rodeada de altas montañas, lo que dificulta mucho la aproximación a la pista de aterrizaje, haciendo necesario un vuelo bajo para embocar el fiordo.
En la actualidad, sirve como el Aeropuerto de Narsarsuaq, y recibe dos vuelos semanales de pasajeros desde Reikiavik (Islandia), así como vuelos regionales desde Kangerlussaq y otros aeropuertos.