El gobierno de Groenlandia —entonces liderado por Kuupik Kleist— decidió demoler el edificio en 2012, considerado un símbolo del mandato danés en la isla.
[1][2] La modernización de Groenlandia comenzó en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, al tiempo que el gobierno estadounidense buscaba ampliar la presencia militar en la isla y Dinamarca quería asegurar su soberanía.
Por tanto, los residentes almacenaban este equipo en los balcones, lo que bloqueaba las salidas de incendios y suponía un peligro para la seguridad.
En general, la población local tenía una mala opinión del Blok P, e incluso lo presentaban a los turistas como «tan deprimente que es casi una atracción en sí mismo».
Aunque el edificio ya no existe, su legado ha permeado en proyectos comunitarios y exposiciones sociales de corte artístico, como el caso de una muestra permanente en la North Atlantic House, un centro cultural en Copenhague (Dinamarca).