Este poder hará de los Alagona la familia más influyente en Catania y de Sicilia oriental en el siglo XIV.
Después de que se restauró, el castillo se convirtió en un objetivo estratégico en las Vísperas sicilianas y fue asignado por Federico al Infante Juan de Aragón.
Aunque privado de la propiedad del Castillo, Blasco, aún conservará la posesión, que será transmitida a su hijo Artale I.
También en el contexto general siciliano de anarquía barones desde los años 30 del 1300 Blasco se enfrentó en varias ocasiones a Matteo Palizzi, señor de Tripi y Saponara, vicario del Reino y cabeza a una familia "latina" en fuerte ascensión y contraria al trono de aragonés de Sicilia.
Hasta 1353 cuando Palizzi, será asesinado durante una rebelión en Messina.