Además de su belleza y su perfume, se dice que las biznagas sirven para ahuyentar a los mosquitos en las noches de verano.
Tras quitarle las hojas y ramas que sobran para dejar tan solo el tallo principal y sus correspondientes pinchos, se deja secar hasta que obtenga un color beis y se ponga duro.
A continuación, se recortan el tallo y las puntas.
Se recogen los jazmines en las tardes de verano antes de que estos se abran, para que sea fácil introducirlos uno a uno en los pinchos del esqueleto.
Al llegar la noche, estos jazmines se abrirán, dando así la característica forma de la biznaga y su olor.